Alojarnos en el piso de Carlos ha sido una experiencia maravillosa. Lo primero que hay que destacar son las vistas espectaculares desde el salón del piso al casco antiguo de Cáceres. La ubicación es buenísima para dar paseos tanto por la parte antigua como por Canovas y otras zonas atractivas de la ciudad. El piso está recién reformado y amueblado con buen gusto. Es igual que en las fotos. Carlos, el anfitrión, es muy amable, siempre disponible a ayudar o dar recomendaciones y es muy fácil contactar con él (responde casi inmediatamente a los mensajes). Tampoco le faltaba el detalle de traernos cápsulas de café que no habíamos encontrado. El alojamiento se puede recomendar también para familias con niños (nosotros tenemos dos). El único inconveniente para niños muy pequeños o personas mayores serían los tres pisos de escaleras. Sin embargo, las vistas desde el salón recompensan el pequeño esfuerzo.